Autorretrato 2009. Collaje |
Pero exactamente lo mismo ocurría cuando Harry se sentía lobo y obraba como tal, cuando le enseñaba los dientes a los demás, cuando respiraba odio y enemiga terrible hacia todos los hombres y sus maneras y costumbres mentidas y desnaturalizadas. [...]
Por lo general era muy desgraciado, eso no puede negarse, y tambien podia hacer desgraciados a otros, especialmente si los amaba y ellos a él. Pues todos los que le tomaban cariño no veían nunca en él más que uno de los lados. Algunos le querían como al hombre distinguido, inteligente y original y se quedaban aterrados y defraudados cuando de pronto descubrían en él al lobo. Y esto era irremediable, pues Harry quería, como todo individuo ser amado en su totalidad, y no podía, por lo mismo, ante aquellos cuyo afecto le importaba mucho, esconder al lobo y repudiarlo. Pero había otros que precisamente amaban en el al lobo, precisamente a lo salvaje, indómito, peligroso y violento, y a estos a su vez les producia luego extraordinaria decepción y pena que de pronto el fiero y perverso lobo fuera además un hombre, tuviera dentro de sí afanes de bondad y de dulzura y quisiera además escuchar a Mozart, leer versos y tener ideales de humanidad.
El lobo estepario. Hermmann Hesse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario