No quiero ser yo misma. Me he cansado
de tener miedo al rechazo, al que dirán, a sentirme diferente,
porque lo soy desde el día en que nací.
Estoy harta de llorar
hasta que no me quedan lágrimas, de pasar por el infierno del
armario y de tener que volver a salir de él cada vez que alguien me
pregunta si tengo novio. De tener que dar explicaciones si me acuesto con un hombre o si me acuesto con una mujer.
Me he cansado de las miradas, los
cuchicheos, de no poder sentirme libre. De no poder comentar con
mucha gente a quién amo o si me gusta más Angelina Jolie que Brad
Pitt. No poder gritar a los cuatro vientos que me ponen las féminas
(sí, aunque a la gente le cueste entenderlo, es también algo
físico y animal, no es solo cuestión de palomas al vuelo).
Me he cansado de sentirme rechazada en
el mundo heterosexual por no encajar, y en el mundo lésbico porque
tampoco. No me parezco a Shane, no llevo el pelo corto, no llevo
camisas a cuadros ni camisetas de nadadora. No quiero comprarme un
camión. No soy andrógina, odio el fútbol, llevo vestido hasta para
comprar el pan.
Estoy harta de la superficialidad, de
sentirme excluida en todas partes y no
querer amar jamás. Porque en un país en el que la visibilidad no
existe, cada día me resulta más duro ser yo misma.
Mientras haya gente que opine lo mismo que tú se hará más fácil que otras personas dejen de ''cansarse''. Me he sentido muy identificada pero no te canses de ser tu misma que eso al fin y al cabo es lo que tenemos. No dejes de escribir.
ResponderEliminarGracias por tus palabras. Me encantas tus memorias de gata suriosa.
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