Nunca podrás, dolor, acorralarme.
Podrás alzar mis ojos hacia el llanto,
secar mi lengua, amordazar mi canto,
sajar mi corazón y desguazarme.
Podrás alzar mis ojos hacia el llanto,
secar mi lengua, amordazar mi canto,
sajar mi corazón y desguazarme.
Podrás entre tus rejas encerrarme,
destruir los castillos que levanto,
ungir todas mis horas con tu espanto.
Pero nunca podrás acorralarme.
destruir los castillos que levanto,
ungir todas mis horas con tu espanto.
Pero nunca podrás acorralarme.
Puedo amar en el potro de tortura.
Puedo reir cosido por tus lanzas.
Puedo ver en la oscura noche oscura.
Puedo reir cosido por tus lanzas.
Puedo ver en la oscura noche oscura.
Llego, dolor, a donde tú no alcanzas.
Yo decido mi sangre y su espesura.
Yo soy el dueño de mis esperanzas.
Yo decido mi sangre y su espesura.
Yo soy el dueño de mis esperanzas.
José Luis Martín Descalzo
Chema Madoz |
Ese poema me encanta, también lo tengo puesto en alguna fotografía y por otro lado Chema Madoz es buenísimo.
ResponderEliminarNo sabía que tenías un blog, pero ya me he hecho seguidora :)
Un abrazo
Gracias por hacerte seguidora. El poema me obsesiona, lo que suele ocurrirme con casi todas las cosas que me gustan. Chema Madoz es increíble, me encanta su forma de trabajar.
ResponderEliminarUn beso.