Anclada en un segundo.
Soy
invisible, anclada en un segundo,
como si alguien hubiese pulsado la tecla de <<still>>. Únicamente soy un transparente holograma de mí misma. Quiero
avanzar, pero tengo la sensación de que poco a poco voy apagándome por dentro. Encerrada
en la propia cárcel de mi mente, los días son meras copias de sus
precedentes y mi condena no termina.
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